Día del padre: Celebrando la fuerza, el amor y la esperanza

En este Día del Padre, queremos rendir un homenaje profundo y sentido a todos los padres que, con coraje y esperanza, caminan junto a sus hijos e hijas en busca de un futuro mejor. Sabemos que ser padre en el camino migrante es enfrentar lo incierto con valentía, es sostener la fe cuando todo parece incierto, es cuidar incluso sin tener casi nada en las manos, pero con todo el corazón dispuesto a proteger.

Los padres que llegan a La 72 nos enseñan cada día que la paternidad no se limita al rol tradicional, sino que se reinventa en medio del viaje, en la espera, en la lucha diaria por la dignidad. Vemos a hombres que cruzan fronteras cargando sueños, llevando a cuestas la responsabilidad de guiar, de abrazar, de consolar, de enseñar con el ejemplo.

En nuestro albergue, hemos sido testigos de miradas que se iluminan al reencontrarse con un hijo, de lágrimas silenciosas al recordar lo que quedó atrás, de abrazos que cuentan historias sin palabras. También acompañamos a padres que han perdido el contacto con sus familias, que caminan con la memoria como única compañía, pero que aún así siguen firmes, con la esperanza de volver a abrazar.

Este día no solo celebramos a los padres migrantes, sino también a quienes en el camino se han convertido en padres del corazón: compañeros de viaje que cuidan, protegen, orientan, y ofrecen un hombro cuando más se necesita. Celebramos también a los trabajadores y voluntarios de La 72 que, con su acompañamiento diario, ayudan a construir un entorno más humano, más fraterno y más justo para quienes transitan por este espacio de acogida.

Hoy queremos decirles: no están solos. En cada paso, en cada decisión difícil, en cada noche de incertidumbre, hay una red de solidaridad que los acompaña. Ser padre en el camino no es fácil, pero en La 72 creemos que cada gesto de amor es una forma de resistir, de reconstruir y de soñar.

¡Feliz Día del Padre a todos los que cuidan, guían y aman con valentía!