La independencia centroamericana, proclamada el 15 de septiembre de 1821, marca un hito fundamental en la historia de nuestros países. Este hecho representa la lucha y el esfuerzo de nuestros pueblos por emanciparse de la opresión colonial y construir un futuro basado en la libertad, la dignidad y la justicia.
Al recordar la independencia, no solo celebramos la libertad que nuestros pueblos alcanzaron hace más de 200 años, sino que también honramos la valentía de aquellos que lucharon por un futuro digno y lleno de esperanza, este legado no solo es un hecho histórico, sino un recordatorio constante de la importancia de seguir luchando por la libertad y los derechos humanos.
La lucha de quienes migran es en muchos sentidos, una nueva lucha por independencia, no solo se enfrentan a fronteras físicas, sino a las barreras de la injusticia, la violencia y la exclusión. Aquí, en la 72 queremos ser ese refugio donde los sueños de libertad vuelvan a florecer, donde el camino hacia una vida mejor no sea solo una esperanza lejana, sino una realidad alcanzable.
Hoy más que nunca, recordemos que la independencia no es solo un derecho conquistado, sino una promesa que debemos seguir construyendo día a día. Que la llama de la libertad que encendieron nuestros antepasados ilumine el camino de cada persona en movilidad y que juntos sigamos construyendo un mundo donde todas y todos podamos vivir con dignidad, respeto y amor.
Que esta conmemoración nos inspire a seguir construyendo puentes de solidaridad y esperanza para quienes, al igual que en el pasado, buscan una vida más digna y libre de opresión.
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